Las pandillas no son un grupo de amigos. Las pandillas, maras o gangs son grupos de jóvenes con una jerarquía estricta, hay uno o varios jefes y los demás obedecen ciegamente; dedicadas a actividades delictivas y en las que la característica principal es la violencia, en muchas ocasiones violencia extrema que llega hasta el asesinato.
El chico encuentra en
la pandilla una compensación a sus sentimientos de inferioridad. En ella se le
proporcionará estima, afecto, y todo el calor que le haya faltado hasta
entonces. El adolescente que no tiene unos padres en quien identificarse, ni un
núcleo familiar estable en que albergarse, buscará, obviamente, una nueva
"familia" que satisfaga sus necesidades.
La fuerza de la banda
o la pandilla reside en su extrema unidad: la banda funciona "como un solo
hombre". Esta unidad está rematada por una organización y una estructura
mucho más fuertes que ninguna otra asociación espontánea de jóvenes y que
mantienen a cada uno en la más estricta obediencia y en el conformismo más
rígido.
PANDILLAS EN PANAMÁ
En todas las provincias existe al menos una pandilla
identificada por las autoridades. Unas 225 pandillas están operando en nuestro
país.
Fue en los años 80 que apareció en nuestro país la primera
pandilla, llamada el “clan agua”, que operaba en El Chorrillo, su nombre nació
debido a que la calle en la que operaban se inundaba constantemente.
En los 90 surgen los “Tiny Toon”, “los hijos de Dios”, y
“los Chuquies”. Pero, actualmente el listado de nombres es largo, ya existen
225 pandillas en todo Panamá.
Tan sólo en la provincia de Panamá hay 145 pandillas
establecidas, con más de 2 mil132 integrantes. En la provincia de Colón hay 40
pandillas y en la provincia de Chiriquí hay 19 pandillas.
En las provincias de Veraguas y Coclé hay cuatro pandillas.
Sigue la provincia de Los Santos con dos pandillas y las provincias de Herrera
y Bocas del Toro con una banda, respectivamente.
Sólo en el distrito especial de San Miguelito operan más de
15 pandillas, siendo una de las más peligrosas la que lidereriza una joven de
nombre Wendi cabecilla de la pandilla “Los Taxistas del Hueco de Pan de Azúcar”
esta joven de aproximadamente unos 26 años de edad de tez blanca, baja estatura
y de contextura robusta mantiene un gran número de delincuentes tras el disfraz
de supuestos taxistas, la venta de drogas y estupefacientes de todo tipo en el
área del hueco de Pan de Azúcar y las entradas del área de Fátima desde hace ya
un par de años sin que las autoridades se den cuenta de sus fechorias en sus
propias narices, operando principalmente en la calle del Municipio de San
Miguelito cerca de una bodega llamada “León”.
La traición entre sus miembros es usual, pero cuando se
producen estas rupturas inicia la estela de muertes en todo el país. Sólo en el
2009 unas 178 personas fueron asesinadas por pandilleros.
Existen varias banda o pandillas en todo el territorio
nacional y siendo más notorias en sus dos ciudades de importancia Panamá y
Colón, alcanzando o sobrepasando en delitos que a la capital.
Por mencionarte algunas están:
Los mata perros, cabecilla alias EL GATO CON BOTAS
Los niños del maíz, cabecilla alias EMINEM
El Detroit, cabecilla (cabecilla alias EL MECANICO)
Los Taxistas del Hueco de Pan de Azúcar (cabecilla LA WENDY)
Los warriors, (cabecilla THE ULTIMATE WARRIOR)
Los perros de San Joaquín, (cabecillas varios comparten el
liderazgo)
La renta, (cabecilla alias CALITO)
Los toca y muere, (cabecilla alias BILLY GUN)
Los tyny toons (cabecilla alias BUGS BUNNY)
Los killas, (cabecilla, aún por confirmar)
La feria, (cabecilla alias EL PAYASO TRISTE)
Calle 3, (cabecilla alias aún por confirmar)
Bambú, (cabecilla alias EL DUENDE)
Los Demon, (cabecillas varios se comparten el liderazgo)
Cabe destacar que todas estas bandas se dedican al tráfico
ilícito de drogas, venta al por mayor y menor de estupefacientes, raptos y
secuestro express, cicariato, violaciones, robo con armas de fuego, extorsión y
asesinatos múltiples.
La gran mayoría de todos están en la cárcel y tenían
problemas con todo es más me atrevo a decir que si no era la más fuerte era una
de las más peligrosas en Panamá y Colón.
Cómo evitar la entrada en una pandilla
Cuando los chicos se
vayan acercando a la adolescencia, lo primero que deben hacer los padres es
tener información sobre las pandillas que existen en el lugar en el que viven.
Es probable que los consejeros de la escuela a la que van sus hijos puedan
informarles pero lo más útil es acudir a la policía. Ellos sí tienen toda la
información sobre las pandillas, sobre sus señales de identificación: forma de
vestir, saludos, tatuajes, etc…Una vez que los padres tengan esa información
deberán estar atentos a lo que hacen sus hijos y si advierten cualquiera de
esas señales deberán actuar de inmediato.
Señales que indican que un adolescente está en una pandilla
Hay varios signos externos que pueden indicarnos que nuestro
hijo pertenece a una pandilla:
*Cambia
de amigos
* No conocemos a sus nuevos amigos
* Comienza a vestir diferente y usa siempre los mismos
colores
* Maneja dinero del que desconocemos el origen
* Se hace tatuajes sin consultarnos
* Comienza a consumir drogas y alcohol
Qué tipo de adolescentes tienen más riesgo
No todos los adolescentes tienen el mismo riesgo de sentirse
atraídos hacia una pandilla de este tipo. En general, los chicos y chicas que
tienen buenas calificaciones, que están integrados en un grupo de amigos, que
realizan otras actividades además de las académicas como practicar deportes y
que reciben amor y apoyo de sus familias tienen muy pocas posibilidades de
acabar como pandilleros. Los expertos señalan que los adolescentes que se
dirigen a las pandillas buscan en estas un sustituto de la familia y una forma
de sentirse seguros. Chicos o chicas con baja autoestima, que han sufrido
maltrato o que van muy mal en la escuela son los que tienen más posibilidades
de acabar siendo pandilleros.
Qué hacer si nuestro hijo entra en una pandilla
Solo hay una respuesta a esa pregunta: hay que sacarle de
ella como sea. Y como sea significa exactamente que hay que buscar cualquier
método para acabar con eso. De otra forma nuestro hijo tiene muchas
posibilidades de acabar siendo un delincuente o de resultar gravemente herido o
muerto. Lo más efectivo es apartarlo del lugar en el que está la pandilla.
Enviar al chico o a la chica a otra ciudad o incluso a otro país puede parecer
una decisión drástica pero en algunos casos es la única efectiva. Pero además,
también hay que encargarse de que allá donde vaya esté vigilado porque las
pandillas tienen ramificaciones en muchos lugares y pudiera ser que nuestro
adolescente contactara con una ramificación de su pandilla en la nueva ciudad a
la que lo enviemos.
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